Valles de Benavente

 

 

62 municipios del noreste de Zamora integran la cuarta parte de los vinos de la provincia, en el territorio bañado por los ríos Esla, Tera, Órbigo y Eria. 380 hectáreas de viñedo y una masa de viticultores que alcanza los 180 para alimentar los lagares de seis bodegas: Otero, Verdes, Francisco González, Andrea Gutiérrez, El Tesoro y Castillo de Vidriales, que recogen la actividad vitivinícola de la asociación de viticultores y elaboradores. Entre las cualidades de esta comarca de vinos está la posibilidad de destacar, en el ámbito enológico, vinos cimentados en la mejor trilogía varietal tinta: las uvas prieto picudo, tempranillo y mencía, que representan perfectamente al Duero y al noroeste del mapa vitícola. Las castas garnacha y cabernet-sauvignon figuran como complementarias. Asimismo, la variedad verdejo y la malvasía son dos magníficas opciones de vinos para apostar por blancos de gran personalidad. El clima de la zona es continental, extremado y árido, con una pluviometría baja: inviernos muy fríos y veranos secos y calurosos. En los meses de invierno la pluviometría es mucho mayor, lo que contribuye a recuperar la capacidad de los acuíferos y del propio terreno. La comarca de Benavente y los Valles es de suelos pardo-calizos, que se caracterizan por una textura franco-arenosa, con niveles bajos de fertilidad, pero que, gracias a su capacidad de drenaje y aireación, resultan muy aptos para el cultivo de la vid.

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