Los empresarios celebran los datos, pero indican que la afluencia de viajeros «no tiene su fiel reflejo en la ocupación», debido a la todavía baja estancia media
Zamora apunta a otro año histórico en el plano turístico. Los datos elaborados por el INE, que recogen la llegada de turistas hasta el pasado mes de julio, hacen prever que la provincia volverá a batir las mejores estadísticas registradas hasta la fecha en este sector. De conseguirlo, la noticia será doblemente buena porque los datos más elevados registrados hasta la fecha son precisamente los recogidos el año pasado. Es decir, el sector está en clara línea ascendente y, de momento, no toca techo.
Entre los meses de enero y julio, siempre con los datos del INE en la mano, han elegido la provincia de Zamora para pasar unos días de descanso un total de 150.838 turistas. Una cifra significativa que, lo que es más importante, siempre va al alza. En febrero llegaron más visitantes que en enero y, hasta ahora, cada mes ha sido mejor que el anterior. Zamora «está de moda» y esos más de 150.000 turistas, la cifra más alta de la historia, dejan en pocos los alrededor de 140.000 registrados en el mismo periodo del año pasado, una cifra ya muy alta.
La evolución en los últimos años marca una tendencia innegable que se inició con la celebración de la exposición Las Edades del Hombre en la ciudad de Toro. Lejos de haber un «efecto rebote» que hiciera mermar la cifra de visitantes, los datos no han dejado de aumentar desde entonces. La progresión prevista indica que los 267.776 turistas que escogieron Zamora para pasar parte de su descanso el año pasado se quedaran en pocos cuando se compare la estadística con la de este año.
Los empresarios de la hostelería de Zamora celebran los datos, pero esperan más. El presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de la Hostelería –Azehos–, Óscar Somoza, asegura que el crecimiento del número de visitantes «no encuentra correlación» con las pernoctaciones en los establecimientos turísticos. En Zamora capital, indican las mismas fuentes, la ocupación es buena, pero flaquea en los establecimientos hosteleros cercanos a la capital y en los de otras comarcas. «Muchos vienen, recorren Zamora o lo que les da tiempo a hacer en un día y después se marchan». Los datos, en parte, confirman lo que dicen los hosteleros porque la estancia media de los turistas en los establecimientos hosteleros de la provincia es de las más bajas de España.
Una cifra de turistas como la registrada hasta julio parece muy alta como para que la provincia se quede con 253.000 pernoctaciones. La cifra es también la más alta de la serie histórica, pero es escasa para el sector. Los turistas se quedan en la provincia una media de 1,68 noches, una cifra que no acaba de repuntar. La estancia media es la gran «asignatura pendiente» del turismo.
Dicen también los hosteleros que el cambio de hábitos del turista medio con respecto a los años previos a la crisis no tiene, según parece, vuelta atrás. «Es turismo low-cost. Muchos viajeros comen un bocadillo, unas tapas y, como mucho, un menú del día», aseguran desde Azehos.
Con todo, se hace difícil quejarse cuando, como se ha dicho, la cifra de pernoctaciones está también en máximos históricos con 253.000 reservas en los siete primeros meses del año. Son casi 20.000 pernoctaciones más que el año pasado por las mismas fechas, lo que evidencia un repunte clarísimo. La barrera de las 200.000 en el mismo periodo, que parecía insuperable hasta el año 2017, se ha quedado ahora bastante corta.
Ya a nivel regional, los establecimientos hoteleros de Castilla y León registraron 832.846 pernoctaciones de viajeros en julio, lo que supone un aumento del uno por ciento respecto al mismo mes de 2018. La evolución se comportó en consonancia con el conjunto nacional, donde se incrementaron un 1,1%, hasta los 43,2 millones. Asimismo, los datos que facilita el Instituto Nacional de Estadística sobre Coyuntura Turística Hotelera revelan que el número de viajeros en este tipo de establecimientos se situó en el mes de estudio en 517.969, que representan un crecimiento del 1,9% , frente a una subida del conjunto de las autonomías del 3,3%, hasta las 12 millones.
Además, la tarifa media diaria en los hoteles de Castilla y León se situó en 56,97 euros, lo que representa una caída del 0,97%, frente a una media para el conjunto nacional de 102,81 euros, que supone una subida de 1,7 puntos respecto a julio de 2018. Sólo otras dos comunidades presentaron caídas de este indicador: Asturias y Comunidad Valenciana.
Fuente: La Opinión de Zamora