De visita obligada en Zamora son todas y cada una de sus diferentes demarcaciones territoriales, puesto que cada una de ellas es distinta de la otra y cada una ofrece una peculiaridad singular. Cada comarca da pie a una gran ruta provincial que sorprenderá a sus visitantes por la originalidad y diferenciación de sus paisajes, costumbres y gentes.
-La Ruta de la Montaña: Comprende las comarcas de Sanabria y Carballeda. Representa el paisaje más agreste y montañoso de la provincia con el Parque Natural del Lago de Sanabria como atractivo turístico más emblematico. Sin olvidar su variante artística: el conjunto monumental histórico-artístico de Puebla de Sanabria, los numerosos pueblos de arquitectura popular, el monasterio de San Martín de Castañeda. Sus fiestas y romerías, sus tradiciones y su gastronomía nos recuerdan ya a la cercana Galicia.
– La Ruta de la Culebra: En este recorrido se mezclan aspectos paisajísticos como la Reserva Nacional de Caza de la Sierra de la Culebra con otros artísticos, populares y etnográficos: Villardeciervos, conjunto monumental histórico-artístico; Moveros centro alfarero por excelencia. En gastronomía destaca la excelente carne de ternera alistana y los sabrosos y buscados frutos del bosque: setas y hongos.
– La Ruta de la Plata atraviesa la provincia de Sur a Norte. Con puntos monumentales como la capital, Benavente, el monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela. Las lagunas de Villafáfila, en Tierra de Campos, conforman un conjunto lagunar que acoge una gran variedad de aves migratorias.
– La Ruta del Duero: Atraviesa Zamora de este a oeste iniciándose en Toro, uno de los mejores ejemplos de pueblos medievales declarado conjunto monumental histórico-artístico con numerosos monumentos entre los que destaca La Colegiata, de estilo románico, además de palacios, conventos y casas blasonadas, sin olvidar el exquisito vino con Denominación de Origen. Finaliza la ruta en la comarca Sayaguesa en la que sobresale el impresionante cañón del rio Duero en su descenso hacía Portugal, cuyos Arribes han sido declarados Parque Natural.
– La Ruta de los Valles de Benavente: Cruce de caminos, Benavente es practicamente el punto final de la Vía de la Plata en la provincia de Zamora en su camino hacía tierras leonesas. Núcleo importante en la historia española obtuvo una gran relevancia en el siglo XIV que se mantendría hasta el XIX. Los valles de los rios Tera, Orbigo, Cea y Eria que la circundan ofrecen una completa ruta de arqueoturismo transportandonos hasta el neolítico y continuando hasta la romanización de estas tierras.