Zamora
Zamora se levanta sobre un cerro estratégico, defendido al sur por el río Duero. En plena Ruta de la Plata, albergó la mansión romana de “Ocellum Duri”. La Edad Media le otorga protagonismo a la provincia de Zamora.
Tres recintos amurallados poseía la ciudad en el siglo XIII. De ellos se conservan el castillo, cubos y puertas, tramos de murallas, que ofrecen bellas panorámicas sobre el Duero.
El Románico: la capital concentra el mayor número de edificios románicos por metro cuadrado de una ciudad europea. Más de una veintena de iglesias románicas se esparcen por la capital, por lo que su casco antiguo ha sido declarado Conjunto histórico-artístico.
La Catedral, del siglo XII, presenta cúpula escamada en piedra, sostenida por un cimborrio de influencia bizantina. De sus puertas originales sólo conserva la Puerta del Obispo, siendo añadida en el siglo XII una torre maciza de cinco cuerpos. En el interior destaca la sillería del coro del siglo XVI. Dentro del Museo Catedralicio, aguarda una espléndida colección de tapices flamencos.
A su lado el Castillo, hoy Centro de Arte Contemporáneo Baltasar Lobo. Sobre el río y del siglo X, las Aceñas de Olivares y el puente de piedra del siglo XIII.
Las calles de la Rúa de los Notarios y la Rúa de los Francos reflejan aún su antiguo trazado del primer recinto medieval, dentro del cual se construyeron las iglesias románicas de San Pedro y San Ildefonso y La Magdalena.
En la Plaza de Viriato, que acoge la escultura de Eduardo Barrón dedicada al pastor lusitano, se encuentra el Palacio de la Encarnación, fundado en el siglo XVII y el Palacio de los Condes de Alba y Aliste, del siglo XV y en el que está ubicado el Parador de Turismo. En esta misma plaza se encuentra el Museo Etnográfico de Castilla y León.
Próximas están otras iglesias románicas como San Cipriano y Santa María la Nueva, cercana ésta última al Museo de Semana Santa, en el que se exponen la mayor parte de los grupos escultóricos que desfilan durante la Semana de la Pasión. También destaca el Palacio de Puñoenrostro, del XVI, sede del Museo de Zamora.
En la Plaza Mayor se sitúan la iglesia románica de San Juan de Puerta Nueva, y el antiguo Ayuntamiento, construido en 1504. La calle de Balborraz, próxima a él, es una de las más pintorescas de la ciudad.
La calle peatonal de Santa Clara, arteria comercial por excelencia, muestra el Palacio de los Momos, gótico isabelino y la iglesia románica de Santiago del Burgo.
Otras iglesias románicas son las situadas en los “Barrios Bajos”, antigua judería: Santa María de la Horta y Santo Tomé, esta última acoge los fondos del Museo Diocesano.
Extramuros de la ciudad, se encuentran las iglesias de San Claudio de Olivares, con magníficos capiteles tallados y la de Santiago de los Caballeros.
Otras iglesias destacadas serían San Esteban, San Vicente, San Andrés o San Isidoro.
Zamora vivió un importante desarrollo urbanístico y arquitectónico desde mediados del siglo XIX, cuyo punto culminante fue la etapa modernista. Entre 1875 y 1930 se elevaron multitud de inmuebles eclécticos e historicistas, otros de carácter industrial y sobre todo, un notable número de edificios modernistas. La brillantez de estos últimos ha permitido la inclusión de Zamora en el exclusivo grupo de municipios que forman la Ruta Europea del Modernismo.
Arquitectura de hoy: Son varios los edificios representativos de arquitectura contemporánea cuyos proyectos además de haber obtenido premios nacionales e internacionales, han contribuido a elevar y enriquecer el patrimonio construido en Zamora: el Museo de Zamora, el Convento de San Francisco, el Recinto Ferial, el Museo Etnográfico y la nueva sede de la Diputación de Zamora, a los hay que añadir el nuevo Teatro Ramos Carrión.