La histórica ciudad zamorana recibió, el 12 de agosto, la invitación formal para formar parte de la Red de Pueblos Mágicos de España, la red de municipios cualitativamente más importante de España en acciones de promoción territorial y turística.
Iniciativa impulsada por el Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales, esta asociación ha participado, colaborado e impulsado proyectos en el medio rural en colaboración con Ayuntamientos, Diputaciones, Mancomunidades y Grupos de Desarrollo Local en materias de Desarrollo Local, Planificación Estratégica y Promoción y Desarrollo Turístico, así como haber liderado y participado en numerosos Proyectos Europeos Leonardo da Vinci, en colaboración con Universidades y Organismos Gubernamentales de Francia, España, Polonia, Portugal y Rumania.
El profundo conocimiento del medio rural, la experiencia acumulada en la elaboración y dirección de estudios y programas y en distintos programas europeos en los que ha participado, hace que esta iniciativa, Pueblos Mágicos de España, sea una clara estrategia diferenciadora y de calidad para impulsar el conocimiento y desarrollo turístico de los pueblos que participan en el programa.
Con el objetivo de ayudar a los municipios a poner en valor sus recursos locales impulsando el Desarrollo Turístico Local, analizan cada territorio en base a diez áreas de trabajo que incluyen calidad de vida, urbanismo, patrimonio, fiestas y tradiciones, gastronomía y productos locales, paisajes, naturaleza y otros intangibles que hacen que estos pueblos, además de ser únicos, sean mágicos.
La pertenencia a esta red permite el acceso a los múltiples servicios de Promoción y Desarrollo Territorial que ésta ofrece y al uso de la Marca Registrada y Logo de Pueblos Mágicos de España, así como distintivo de calidad y singularidad del municipio.
Las razones de Toro para ser mágica
Asomada a un balcón natural desde el que se admira el padre Duero y declarada de Interés Turístico y Conjunto Monumental Histórico–Artístico, la historia de Toro se remonta a la época celtíbera, habiendo sido a lo largo de los siglos sede real, morada de nobles y lugar elegido para la celebración de Cortes.
Numerosas páginas de la historia de España se escribieron en la muy noble, muy leal y muy antigua, como el enfrentamiento entre Juana la Beltraneja e Isabel la Católica, cuyas tropas combatieron aquí en la conocida como Batalla de Toro.
Años más tarde fue el lugar elegido por Fernando el Católico para la celebración de las Cortes de 1505 de la que saldrían las conocidas Leyes de Toro y ya en época de Carlos I, tomó parte activa en la lucha de las Comunidades.
De este memorable pasado ha quedado en actualidad, para disfrute de todos, un riquísimo patrimonio artístico, religioso, civil y militar.
Templos como la Colegiata de Santa María la Mayor con su famoso cuadro de la Mosca y la magnífica portada de la Majestad o iglesias como San Lorenzo el Real, San Salvador de los Caballeros, Santo Sepulcro, San Pedro del Olmo y la ermita de Nuestra Señora de la Vega que convierten a Toro en uno de los núcleos más importantes del arte mudéjar en la comunidad de Castilla y León; sin olvidarnos de otros templos y monasterios.
Edificios civiles como los palacios de los Condes de Requena, de los Condes de Castrillo, de Valparaíso, de las Bolas, de la Nunciatura, de Bustamante, de los Marqueses de Alcañices o el de las Leyes, la Torre del Reloj, el Teatro Latorre y la Plaza de Toros; y militares como el Alcázar, hoy convertido en Centro de Recepción de Visitantes.
Otros recursos turísticos de gran importancia en Toro son sus Fiestas y Tradiciones como las Ferias y Fiestas de San Agustín o la Fiesta de la Vendimia declarada de Interés Turístico Regional, a las que se añaden otras como la Semana Santa, la Romería del Cristo de las Batallas o la Virgen del Canto.
Además, Toro es uno de esos lugares que cuidan al máximo la cultura, pues a lo largo del año celebra diferentes festivales como Las Noches de Toro, el festival Vintoro, el Wildfife Festival o el Festival Internacional de Música Clásica ‘Jesús López Cobos’, sin olvidarnos de las numerosas actividades programadas a lo largo del año en el Teatro Carlos Latorre.
Toro es además uno de los productores más importantes de vino del país. Este legado se remonta a la época romana, hecho que atestiguan los restos arqueológicos hallados en la zona en forma de diferentes utensilios empleados para el cultivo de la vid.
Ya en la Edad Media y ensalzados por los peregrinos que contaban maravillas del elixir calórico de Toro, se dice que fueron los primeros en llegar a las Américas a bordo de la Pinta, la Niña y la Santa María por su cuerpo y su larga duración.
En la actualidad los vinos toresanos están englobados dentro de la D.O. Toro y una buena manera de descubrir su historia es visitando el Museo del Vino situado en la localidad vecina de Morales de Toro o realizando la Ruta por las Bodegas que nos acerca a tres de estas tradicionales construcciones repartidas por el subsuelo del casco urbano.
Estos vinos casan perfectamente con una gastronomía sabrosa en la que destacan manjares como el queso que, popular y apreciado en toda la geografía española, tienen en la comarca toresana un exponente único que da la denominación de origen ‘Queso Zamorano’ y del que podemos descubrir sus secretos en el Museo del Queso.
No se quedan a la zaga los embutidos con el famoso chorizo zamorano, uno de los más típicos de Castilla y León, con una historia ligada a los hábitos alimenticios y a la actividad de empresas cárnicas de toda la provincia y que se completan con lomo embuchado y fresco ibérico, salchichón, morcilla, panceta o cecina.
No podemos olvidar los productos de la huerta de la fértil vega de Toro y su alfoz. Y es que las ‘milagrosas’ aguas del Duero son elemento indispensable para el cultivo de productos hortofrutícolas reconocidos por su gran calidad y de gran importancia económica para la comarca.
Frutas de temporada y hortalizas que, junto a los cultivos de cereal, los viñedos y el regadío son la despensa de la provincia de Zamora.
Toro cumple absolutamente con todos los requisitos exigidos para formar parte de la Red de Pueblos Mágicos de España. Una ciudad moderna, pero con una importante historia a sus espaldas que la hacían mágica, y que ahora ya tiene la confirmación oficial.