Zamora es una de las provincias con más kilómetros Jacobeos de España. Más de 500 son los kilómetros que a través de seis rutas históricas que llevan a Santiago. Se trata en muchos casos de caminos desconocidos, alejados de masificaciones, y que sorprenden por los tesoros patrimoniales y artísticos que se encuentra el peregrino a cada paso en entornos rurales rodeados de naturaleza.
Vía de la Plata
La Ruta de la Plata es el camino secular aprovechado desde tiempos prehistóricos por los pueblos del Oeste de la Península. Este camino, históricamente, ha sido un paso natural entre el Golfo de Cádiz y el Cantábrico.
Esta característica de camino natural fue, inteligentemente, aprovechada por el Imperio Romano, y durante la romanización fue la principal calzada entre Emérita Augusta (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga), teniendo como objetivo principal unir y comunicar entre si, la Lusitania, la Bética y la Tarraconense, con vistas a la dominación de cántabros y astures. Posteriormente se extendería hacia Sevilla y Cádiz por el Sur, y hasta León y Astúrica por el Norte.
Pocos recorridos de la Península Ibérica tienen una importancia semejante a la de este trazado. Aprovechado a lo largo de milenios, hace más de cuatro mil años, era ya utilizado para el paso de ganados en sus recorridos estacionales, y hoy también lo usan los pastores trashumantes de León y Extremadura. Camino comercial de los tartesos, militar de los cartagineses, vía de romanización de la mitad de la Península, espacio para la conquista árabe de Hispania, territorio para la repoblación cristiana, y en tiempos más modernos, como acceso decisivo en la Guerra de la Independencia.
Parte desde Sevilla, aunque por el camino recibe a otras vías procedentes de Córdoba o Granada. Atraviesa la provincia de Zamora de norte a sur, pasa por pueblos como El Cubo de la Tierra del Vino, Villanueva de Campeán, la ciudad de Zamora, Roales del Pan, Montamarta, Fontanillas de Castro, Riego del Camino, Granja de Moreruela (donde enlaza con el Camino Sanabrés), Santovenia del Esla, Villaveza del Agua, Barcial del Barco, Benavente (desde donde parte otra variante hacia el Sanabrés), Villabrázaro Alija del Infantado o Maire de Castroponce y sigue por la provincia de León hasta Astorga, para continuar por el Camino Francés, el más transitado de todos.
Camino Sanabrés
El camino Sanabrés empieza el recorrido en Granja de Moreruela para continuar por Faramontanos de Tábara. Los peregrinos utilizaron esta vía con el ánimo de acortar el recorrido, que de otra forma, llegando al camino francés, se haría mucho más dificultoso.
Las comarcas por las que este camino discurre van desde la típica estepa castellana en sus inicios, para adentrarse en tierras de Tábara que ya comienzan a ondularse, continuando por los valles de Valverde y del Tera, los más fértiles de la provincia, para luego, siguiendo el cauce del río Tera, llegar a las montañas sanabresas, paisaje que ya no se abandonará hasta llegar al sepulcro del Apóstol.
Por estas tierras, el Camino Sanabrés discurre entre bosques y prados, atraviesa ríos y arroyos y nos cruzamos con santuarios, ermitas, cruceros, puentes y una veintena de pueblos que han conservado su patrimonio arquitectónico de piedra, madera y pizarra hasta nuestros días y cuyas gentes acogen a los peregrinos con hospitalidad.
Desde Granja de Moreruela sigue por Faramontanos, Tábara, Villanueva de las Peras, Santa Croya y Santa Marta de Tera, Calzadilla, Olleros, Villar de Farfón, Rionegro, Mombuey, Valdemerilla, Cernadilla, San Salvador de Palazuelo, Asturianos, Palacios de Sanabria, Remesal, Otero de Sanabria, Triufé, La Puebla, Terroso, Requejo, Padornelo, Aciberos y Lubián para seguir por la provincia de Orense.
Camino de Levante
la ruta seguida por los peregrinos procedentes del Este peninsular o de los valles del Duero y Guareña, que llegan a la histórica urbe de Toro, para enlazar con la Vía de la Plata en la ciudad de Zamora. Un trazado que, en buena parte, se remonta a la época romana, cuando las dos ciudades del Duero estaban comunicadas a través de la calzada Mérida-Zaragoza, que se desviaba en Zamora de la Vía de la Plata para seguir el curso del Duero por su margen derecha hasta Toro.
Tres son las posibles variantes que tenemos: La primera sería desde Torrecilla de la Abadesa-Toro-Matilla la Seca- Coreses-Zamora.
La segunda nos ofrece la posibilidad de salir desde Villafranca de Duero-Toro-Peleagonzalo-Villalazán-Zamora.
La tercera sería, partiendo desde Toro-Fresno de la Ribera-Coreses-Zamora.
Nosotros describimos solo la segunda opción, con una distancia de 49,5 km y un tiempo aproximado de 12 h. y 30 minutos
Camino de Poniente
Los caminos jacobeos de Poniente discurren por la Comarca de Sayago, en el Sudoeste de la provincia. Una vasta penillanura granítica de 24.000 Has, que dulcifica su relieve en llanura sedimentaria hacia el Este, enmarcada por dos sistemas fluviales: al Norte y al Oeste el río Duero, señalando el límite comarcal con Aliste y el fronterizo con Portugal; al Sur el río Tormes, que fija la línea comarcal y provincial con Salamanca.
La implacable acción erosiva de las aguas del Duero y del Tormes en la masa granítica de la penillanura sayaguesa ha conformado los espectaculares Arribes, una verdadera frontera natural que, en gran medida, ha condicionado el devenir histórico de Sayago.
Los peregrinos medievales y modernos procedentes de las salmantinas tierras de Ciudad Rodrigo y Ledesma, o de las portuguesas de Miranda do Douro y Mogadouro, recorrían estos Caminos de Poniente que conducían a la calzada principal: La Vía de la Plata en Zamora. Una red viaria secundaria trazada siglos atrás por los romanos que permanecerá a lo largo del tiempo llegando incluso hasta nuestros días, caso de las calzadas Zamora-Fermoselle y Zamora-Almeida/Carbellino, sobre las que se asientan las actuales carreteras regionales.
Camino Portugués
Su trazado discurre por las comarcas de Alba y Aliste -en el Noroeste zamorano-, hasta alcanzar la raya de Portugal. Aquí los bosques superan en mucho a las tierras de cultivo, que se distribuyen en pequeños minifundios, practicándose tradicionalmente una agricultura de autoconsumo.
A consecuencia de este aislamiento, muchos de los pequeños pueblos de Alba y Aliste constituyen auténticos museos etnográficos, pues junto a una arquitectura tradicional basada en el empleo de la piedra -pizarra y granito-, sus gentes han conservado una rica cultura popular, orgullo de una tierra olvidada a su suerte y al margen del progreso durante tantos años.
Camino Matritense
Surca el Nordeste de la provincia de Zamora, la Tierra de Campos, hasta Benavente. Una ruta secular utilizada ya en tiempos de los romanos, pues hasta Villalpando coincide con la calzada Astorga a Zaragoza por Cantabria.buey, Valdemerilla, Cernadilla, San Salvador de Palazuelo, Asturianos, Palacios de Sanabria, Remesal, Otero de Sanabria, Triufé, La Puebla, Terroso, Requejo, Padornelo, Aciberos y Lubián para seguir por la provincia de Orense.
- Granja de Moreruela es el punto de partida del Camino Sanabrés. La historia de este pueblo está íntimamente ligado al Monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela, construido entre los siglos XII y XIII y declarado Bien de Interés Cultural. El itinerario, que se adentra en tierras de Tábara, fue utilizado por los peregrinos con el ánimo de acortar el Camino Francés.
- Rionegro del Puente, lugar de paso de la Ruta Jacobea en su variante del Camino Mozárabe Sanabrés, luce con orgullo el Monumento al Peregrino a la entrada del albergue de peregrinos “Virgen de la Carballeda”, que antes era el antiguo hospital Jacobeo. Erigida sobre piedra de la zona rinde tributo a todos aquellos que hacen el Camino e invita a hacer un alto y disfrutar de esta bella localidad zamorana.
- La Iglesia de Santa Marta de Tera conserva la imagen más antigua del apóstol Santiago representado como peregrino, con bordón, amplia túnica y escarcela a la que se engancha una concha de vieira, aunque su principal fuerza reside en su mano izquierda, que exhibe la palma a modo de saludo. Se trata de una talla fechada en el segundo cuarto del siglo XII de gran belleza, sobriedad y misterio.
- En todas las rutas jacobeas las flechas amarillas, las sirgas peregrinas y la hospitalidad de las gentes inundan casi por entero las tierras castellanas y leonesas a su paso por la provincia zamorana. Un viaje por pueblos desconocidos llenos de historia, arte, patrimonio y gastronomía, que sorprende al caminante al encuentro del ‘Campo de Estrellas’, para dar el cálido abrazo al Apóstol Santiago.