Camino Portugués
Su trazado discurre por las comarcas de Alba y Aliste -en el Noroeste zamorano-, hasta alcanzar la raya de Portugal. Aquí los bosques superan en mucho a las tierras de cultivo, que se distribuyen en pequeños minifundios, practicándose tradicionalmente una agricultura de autoconsumo.
A consecuencia de este aislamiento, muchos de los pequeños pueblos de Alba y Aliste constituyen auténticos museos etnográficos, pues junto a una arquitectura tradicional basada en el empleo de la piedra -pizarra y granito-, sus gentes han conservado una rica cultura popular, orgullo de una tierra olvidada a su suerte y al margen del progreso durante tantos años.
En la descripción de la ruta seguimos la propuesta por Alfonso Ramos de Castro (Caminos Jacobeos de Zamora, pueblos y valores. Zamora, 2000). El camino portugués se desvía de la ruta principal de la Plata en la ciudad de Zamora, que el peregrino abandona por el bosque de Valorio, último vestigio de lo que en su día fue “Monte Concejo” de la “Bien Cercada”. Continúa por la ermita romera del Cristo de Valderrey para dirigirse al pueblo de La Hiniesta, escenario de una populosa romería cuyo origen se pierde en el año 1290, cuando una imagen de la Virgen se apareció milagrosamente al rey Sancho IV.